Boeing 307 (1940)


Para los americanos de finales de los años 30 era fácil imaginar un mundo maravilloso en el que grandes aviones y dirigibles plateados volarían por todo el planeta, asegurando la comodidad del pasajero y permitiendo llegar a remotos y exóticos lugares. Las revistas mostraban cómo podrían ser esos nuevo y lujosos cruceros de los cielos: mesas de café hechas de teca, sofás de cuero con adornos de metal pulido, amplias literas, amenas salas de recreo, y todo ello pintado en vivaces colores pastel. Todos los pasajeros que aparecían en los anuncios eran lindos, bien vestidos, tenían bebidas y fumaban. Sin embargo, la verdad era que los efectos de la Gran Depresión no habían pasado, y Europa se encaminaba a una nueva guerra. Ciertamente había estadounidenses más realistas, y algunos de ellos trabajaban en la Boeing Airplane Company de Seattle, Washington.
En 1934, el Cuerpo Aéreo del Ejército de los Estados Unidos había presentado un requerimiento para un bombardero destinado a reemplazar al Martin B-10. Buscaba un avión multi-motor que reforzara sus operaciones en Hawaii, Panamá y Alaska, capaz de llevar una carga completa de bombas a una altitud de 3.000 metros durante diez horas a una velocidad de al menos 320 km/h. La respuesta de la Boeing a este requerimiento fue un prototipo designado Modelo 299. Había sido diseñado por los ingenieros E. Gifford Emery y Edward Curtis Wells combinando características del bombardero experimental XB-15 y el transporte 247, y construido por Boeing a sus expensas. Podía llevar una carga de 2200 kilos de bombas y cinco ametralladoras.
El Modelo 299 realizó su primer vuelo el 28 de julio de 1935 con el jefe de pilotos de Boeing, Leslie Tower, en los controles. Fue en esa oportunidad que Richard Williams, reportero del Seattle Times, lo definió como una “fortaleza voladora”, al verlo ascender con sus múltiples instalaciones de ametralladoras. Por supuesto, el avión era el B-17, tal vez el bombardero
más famoso de la Segunda Guerra. Y su desempeño fue tan bueno que mientras entraba en producción esta versión militar, la compañía comenzó a trabajar en el prototipo para adaptarlo a la vida civil. El proyecto recibió el nombre de Modelo 300.
Pero el trabajo no fue sencillo. Apenas comenzaron a trabajar descubrieron que no todo podría ser aprovechado. Se tomaron las alas, las superficies caudales y los motores, pero el fuselaje debió ser remodelado adoptando un parabrisas no escalonado, lo que dio al avión un aspecto bien distinto y característico.
Pan American Airways, que buscaba un avión de largo alcance con el cual reemplazar a sus hidroaviones en las rutas transoceánicas, formuló el primer pedido del nuevo avión en 1937, por tres ejemplares. Poco después, siguió el ejemplo la Transcontinental and Western Air (TWA), que pidió otras cinco unidades.


La flota de Boeing 307 de Pan Am.
El prototipo, denominado Boeing 307, voló por primera vez el 31 de diciembre de 1938, con Eddie Allen, el piloto de pruebas de la Boeing, en los controles. El desempeño resultó impresionante, y otras aerolíneas comenzaron a interesarse en él, entre ellas la holandesa KLM. En marzo de 1939, dos delegados de esta aerolínea pidieron realizar un vuelo de demostración. Volaban a 5.000 pies cuando el prototipo se estrelló cerca de Mount Rainier, muriendo todos sus ocupantes. Este sería el único accidente de un 307.
El 307 fue realmente un avión que satisfizo a quienes profetizaban una nueva generación de transatlánticos del aire en los que no faltaría la opulencia y la comodidad, pues no sólo contaba con cabina presurizada (modestamente), sino también insonorizada y provista de aire acondicionado. Y el Stratoliner, como fue apodado por la compañía, tenía unas líneas tan limpias y modernas que incluso se construyeron juguetes basados en su diseño.


Cabina de pasajeros de un 307 de Pan Am.
No obstante, el aparato sólo era marginalmente mayor que el DC-3, y en servicio de aerolínea su interior resultaba relativamente espartano. Sólo Howard Hughes pudo convertir un ejemplar, un SB-307B matricula N19904, en un verdadero palacio, que esperaba utilizar como su oficina volante. El avión fue apenas usado y vendido a un millonario tejano que lo conservó hasta 1963. Por esa época, el medidor apenas registraba 500 horas de vuelo.
Los tres Stratoliner de Pan American Airways, denominados Modelo S-307, empezaron a llegar a la compañía en 1940 y poco tiempo después comenzaron a ser requisado por el gobierno, al entrar los Estados Unidos en la guerra. Los aparatos de PAA, con pilotos civiles a los mandos y sin designación militar, realizaron vuelos para el Comando de Transporte Aéreo entre Estados Unidos y América del Sur desde 1941 hasta 1944, en que fueron devueltos a la compañía.
Entonces comenzaron a prestar el servicio para el cual habían sido diseñados: transportar personas ricas. De hecho, hacia mediados de los años 40, apenas el uno por ciento de los americanos se había subido alguna vez a un avión, y aquellos que compraban un pasaje eran una elite privilegiada. Para 1946, los tres 307 de Pan American sumaban una media de algo más de ocho horas de vuelo por día, volando en el área del Caribe.


El Boeing Clipper Comet despegando desde Miami. 1940.
Pero para entonces los ingenieros de la Boeing estaban pensando en su reemplazo por un avión basado en el B-29 Superfortress, que sería el Modelo 377. Aún así, los Stratoliner siguieron prestando servicio hasta, en algunos casos, bien entrados los años 60, y el último de los Stratoliner construido fue retirado recién en 1972. Este avión, originalmente perteneciente a Pan American con la matrícula NC19903, es el único Stratoliner que sobrevive. Pertenece actualmente al Museo Nacional del Aire y el Espacio del Instituto Smithsoniano, y no está en condiciones de volar.

NC19902
Boeing S-307 Stratoliner c/n 1995 Clipper Rainbow. Registrado originalmente por la Boeing como NX19902, fue el primer 307 en salir de la planta de Seattle, y realizó su primer vuelo el 31 de diciembre de 1938. Bautizado por Eleanor Roosevelt con una botella que contenía agua de los siete mares, fue el primer avión en realizar un vuelo con cabina presurizada, el 20 de junio de 1939. Pan American lo recibió en 1940, y le dio entonces el registro de referencia. El avión realizó su primer vuelo para la compañía el 4 de julio de 1940, cubriendo la ruta entre Miami y Barranquilla, Colombia, en seis horas. Luego, haría historia al ser el primer avión de operación en tierra en llevar a cabo un vuelo intercontinental. Fue retirado en 1947, tras lo cual pasó por varias compañías y registros, incluyendo Aerovías Ecuatorianas (HC-SJC-003). El 22 de mayo de 1961, mientras volaba para Aigle Azur —una compañía francesa que operaba en las colonias de África e Indochina— con registro F-BHHR, este 307 resultó dañado irreparablemente en el aeropuerto de Saigón, al intentar un aterrizaje de emergencia con tres motores en mal tiempo. La parte delantera de su fuselaje, incluyendo la cabina de mando, fue convertido en lancha de paseo.

NC19903
Boeing SA-307B Stratoliner c/n 2003 Clipper Flying Cloud. Registrado inicialmente por la Boeing como NX19903, fue entregado a Pan American en 1940, recibiendo entonces la matrícula de referencia. En 1941 el aparato fue requisado por la USAAF, y convertido a carguero C-75. En 1944 volvió a Pan American. En 1954, este avión estaba al servicio personal del dictador haitiano Papa Doc Duvalier. Tras su retiro, fue llevado al Pima Air and Space Museum, en Tucson, Arizona. En 2001 fue recuperado por la Boeing, que con personal retirado llevó a cabo una restauración completa. Desgraciadamente, el 28 de marzo de 2002, durante un vuelo de exhibición, el aparato se quedó sin combustible y debió amarizar en la Bahía Elliott, Seattle. Fue sin embargo rescatado y restaurado. Hoy se exhibe en el National Air and Space Museum de Sterling, Virginia.

NC19910
Boeing SA-307B Stratoliner c/n 2002 Clipper Comet. Entregado a Pan American en 1940, y aparentemente requisado por el gobierno en 1941 para su servicio en las Fuerzas Armadas. Se desconoce su destino.


El NC19903 sobre Mount Rainier, Washington.
El Clipper Flying Cloud tras su restauración.





No hay comentarios:

Publicar un comentario