La historia de Dinner Key

Coconut Grove tiene una conexión singular con la historia de la aviación. En Octubre de 1917, apenas seis meses después de que América entrara en la I Guerra Mundial y seis años después de que los habitantes de Miami fueran testigos del primer vuelo de un aeroplano, la Marina de los Estados Unidos inició la construcción de la primera estacion aeronaval en esta ciudad.
Terminal de Dinner Key. 1934.
La primera tarea fue rellenar los manglares de una pantanosa parcela que permitió unir a tierra una isla conocida por los residentes como Dinner Key. La pregunta que más frecuentemente se hace es sobre el origen de la palabra «Dinner Key». La clave es el arrecife o isla baja —luego unido con el continente— sobre el que se construyó la terminal, que según se dice servía como parada de mediodía para los barcos que navegaban entre Miami y Homstead. Así, tratándose originalmente de uno de los tantos cayos (key) de la zona y sirviendo éste para almorzar (dinner), la experiencia terminó por bautizar el lugar. En los así formados 32 acres de tierra seca, el personal de la naval logró meter 39 edificios, incluyendo barracas, talleres y cinco enormes hangares.
Los residentes de la plácida Coconut Grove de entonces no se mostraron felices con la llegada de la Marina, pero en razón de encontrarse el país en guerra la aceptaron como una intrusión temporaria. Sin embargo, cuando al final de la guerra, en noviembre de 1918, el gobierno propuso hacer de Dinner Key una base permanente, la paciencia de los miamenses se desvaneció.
Escandalizados por semejante propuesta, los residentes iniciaron una campaña en contra, sobre todo ante la Cámara de Comercio de la ciudad, y finalmente prevalecieron, obligando a la Marina a mover sus operaciones al Campo Chapman, a fines de 1919.
Pero la salida de la Naval permitió que Dinner Key ingresara a la historia de la aviación. Casi diez años después de que el pueblo se uniera para desalojar a la Marina, Ralph O'Neill, un piloto héroe de la Guerra, convenció a la ciudad de que le permitiera abrir allí una base para su pionera, aunque de corta vida, New York Rio and Buenos Aires Air Lines (NYRBA), con la que esperaba explotar las prometedoras rutas entre los Estados Unidos y las principales ciudades de América del Sur.

Casa bote. Todavía utilizada por Pan American hasta 1934.
Tras instalar las oficinas en una casa bote, la NYRBA realizó su primer vuelo oficial el 28 de septiembre de 1929, cuando el primer Commodore entregado por la Consolidated —bautizado «Buenos Aires» por la esposa del presidente Herbert Hoover— partió de Dinner Key rumbo a la capital argentina. Pero no hubo mucha actividad más, y el resto del año la joven aerolínea se limitó a algunos vuelos con base en Buenos Aires.
Sin mucho futuro al no obtener un contrato de correo —por entonces el principal sostén de las aerolíneas— finalmente, en agosto de 1930, O’Neill se vio obligado a vender su compañía a Juan Trippe, fundador y titular de Pan American Airways, que también estaba interesada en las rutas a América del Sur. Antes de hacerse de la NYRBA, Pan American operaba ya algunos anfibios Sikorsky S-38 (desde el Aeropuerto de la Calle Nº 36, hoy Aeropuerto Internacional de Miami), pero con la incorporación de los Commodore, Pan American se convirtió en una aerolínea básicamente de hidroaviones, razón por la cual Trippe decidió trasladar la mayoría de sus operaciones en Miami a Dinner Key.

Dos imágenes aéreas de Dinner Key, de 1935 (arriba) y 1938 (abajo).
La base fue convertida en terminal principal para las operaciones de Pan American hacia el sur. Se construyó un muelle de acero, se elevó la terminar misma ocho metros sobre el nivel del mar y se le agregaron trece hectáreas de tierra al área circundante, lo que elevó la superficie total de la instalación a 43 hectáreas. Incluso se dio el caso de la primera aprobación, por parte de un Comité del Congreso, para el dragado de un canal navegable para hidroaviones.
Se construyeron tres hangares, un taller de reparaciones y una antena de radio y telégrafo, y el 25 de marzo de 1934, el edificio blanco de la terminal fue oficialmente inaugurado. Ubicado al final de un camino bordeado por palmeras, el lugar se convirtió en destino obligado de los clásicos “turistas de invierno”, con una circulación promedio de 25.000 visitantes mensuales. Por entonces, Dinner Key era el puerto de hidroaviones comerciales más activo del mundo. Para 1940, la cifra de visitantes había crecido hasta más de 77.000 mensuales, y la mayoría de los más de 95.000 pasajeros de Pan American en 1941 llegaron o partieron de la terminal de Dinner Key.

Interior de la terminal de Dinner Key.
Pero entonces estalló la guerra y Dinner Key vio alterada su tranquilidad cosmopolita. La Marina de los Estados Unidos se apropió de una base que la Guardia Costera operaba adyacente desde 1932, con lo que la actividad aumentó considerablemente. Un cuarto hangar fue construido por el gobierno para albergar a los Catalina y los Mariners de la Naval. Además, dada la experiencia de Pan American en la navegación aérea sobre el mar, la Marina y el Ejercito firmaron un contrato con la aerolínea para entrenar a sus respectivos equipos en Dinner Key. Los aparatos empleados en el entrenamiento fueron los ahora obsoletos Commodore y Sikorsky S-40.
Pero terminada la guerra, el tiempo de los hidroaviones había terminado, y en 1946 la terminal de Dinner Key fue vendida a la ciudad de Miami. Todas las operaciones de Pan American volvieron a trasladarse al Aeropuerto de la Calle 36.



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